{Entra a escena con short negro y camiseta de
fútbol, puede tener una pelota también. Tiene un tic basado en la repetición
tres veces de gestos o palabras}
¿Qué? ¿Qué? ¿Qué? ¿Le dio positivo? Mío no es. Más
que seguro que mío no es. Yo, yo, yo tengo que viajar a Roma el martes a la
noche, no puedo quedarme. No puedo quedarme. No puedo quedarme. Además yo no me
acuerdo de nada, no sé. El fin de semana incluso salí con los chicos, así que
si esto es del fin de semana, mío no es. Pero no debe ser del fin de semana,
debe ser de un poco antes. ¡Entonces menos! El otro fin de semana yo estuve
concentrado en el club, así que salvo que sea del espíritu santo… ¿Será de un
poco antes? Dejáme ver, dejáme pensar, dejáme pensar, dejáme pensar. Si es de
hace unos 20 días, tampoco, yo me fui a jugar a Rosario y cuando volví pasé por
la casa de los viejos porque era el cumple de Joaquín. Ahí está, lo tengo de
testigo a mi sobrino, mi sobrino que cumplió cinco años y yo fui al cumpleaños.
Solo como siempre porque ella no quiere ir, dice que son ordinarios y que no le
gustan los sanguches de mortadela y queso de máquina que sirven. ¡Flor de asado
que hicieron! Se lo perdió, se lo perdió, se lo re perdió. Así que en
definitiva no es mío. No, no, no. Ahora si es de hace un mes, ahí cambia la
cosa. Fue la semanita esa que me tomé los días que tenía de vacaciones y nos
fuimos a Buzios. Uy, uy, uy. No, no, no. De ahí debe haber salido, de Buzios.
Me quiero matar, me quiero matar, me quiero suicidar. Brasilero, brasilero,
brasilero. No, no, no. ¿Cómo vine a tener un brasilero? ¿Justo a mí me viene a
pasar? ¿Un brasilero? A ver si sale con tonada de allá y se hace hincha del
Corinthians. No, no, no. Cualquier cosa era mejor que un brasilero, enfrentados
el resto de nuestras vidas, los pibes del club se me van a cagar de risa, ni
los mundiales vamos a poder ver juntos, nada, cada uno por su lado, él con su
televisor, yo Toli con el mío. Él en su platea, yo Toli en la mía enfrente.
Brasilero, brasilero, brasilero: Tolinho, Tolinho, Tolinho. ¡Es mi hijo, le
guste a quien le guste!